Bosón W, nueva física y un hasta pronto

El pasado 7 de abril, la revista Science publicaba un artículo que no pasaba desapercibido entre la comunidad científica. En él, se mostraban los resultados de años de experimentación en el detector CDF del gran acelerador de partículas Tevatrón, en Fermilab, Illinois. Este experimento, posiblemente el más exacto hasta la fecha, dota al bosón W —junto con el bosón Z, partícula mediadora de la fuerza nuclear débil— de una masa mayor a la establecida por experimentos anteriores y, lo que es más importante, por la masa predicha en el Modelo Estándar, el santo grial de la Física de partículas.

En el Tevatrón, mayor colisionador de partículas después del LHC, se llevan a cabo la mayor parte de los experimentos de Fermilab.

Esta nueva discrepancia entre modelo y experimento se suma a otras dos que resonaron el año pasado: la anomalía en la universalidad leptónica, descubierta por el experimento LHCb, del CERN; y el momento anómalo del muón, descubierto por el experimento g-2, de Fermilab. Que el Modelo Estándar no explica toda la Física que existe es un hecho, sin embargo, la comunidad científica se ha tomado estos descubrimientos con cautela; todavía es pronto para afirmar que estamos ante una nueva Física.

Lo cierto es que la Física ha quedado estancada en las últimas décadas. Tras el boom de la relatividad y la cuántica en el siglo XX, pocas han sido las nuevas teorías que resuelvan los problemas a los que los modelos y teorías actuales no pueden dar una explicación. En 2012, los experimentos ATLAS y CMS, del Gran Colisionador de Hadrones del  CERN, detectaban una nueva partícula compatible con el Bosón de Higgs, partícula que, según la teoría, dota de masa a la materia. Con este experimento, se ponía fin a las demostraciones experimentales del Modelo Estándar, sin que existiera fallo alguno en el mismo.

Este famosa representación muestra una de las colisiones en las que se creó un bosón de Higgs en el LHC.

Esta "perfección" del modelo es la que ha impedido avanzar a la Física. Muchos se preguntan si ya hemos llegado al final, no de lo que existe, sino de lo que, como seres humanos, podremos llegar nunca a conocer. Sin embargo, es más probable que sea solo cuestión de tiempo que aparezca una nueva teoría, aquella que una gravedad y cuántica, y que de explicación a las anomalías que estamos viendo en los experimentos y a las que, por ahora, no podemos dar explicación.

Los agujeros negros son ejemplos de fenómenos físicos en los que las teorías fallan.

Si bien avanzar en la teoría más elemental esta siendo un quebradero de cabeza para los físicos, la Física aplicada está viviendo su mayor auge. Desde cómo se comporta a nivel celular nuestro cerebro, hasta qué características tiene el plasma de las estrellas más lejanas, puede ser explicado mediante la Física. Sin embargo, el principal problema existente a la hora de plantear estos problemas es la cantidad ingente de datos que hay que manejar y la complejidad de los cálculos. Por suerte, el avance tecnológico ha permitido colocar el último engranaje al mecanismo: la computación. 

Los programas informáticos son la herramienta que faltaba para poder abordar las complejísimos sistemas estudiados en todos los ámbitos. Operar con matrices de orden 100.000 x 100.000 había sido imposible hasta ahora. Probablemente, seguir avanzando en la física más teórica, aquella que trata de resolver los problemas más elementales del universo, pueda hacerse cada vez más lento; pero, en todos los demás ámbitos, es indudable que estamos empezando a ser capaces de resolver los problemas más complejos, muchos de ellos con aplicaciones directas en nuestra sociedad, como en el campo de la medicina o de la producción de energía.

Los ordenadores cuánticos y sus q-bits han demostrado ser el futuro de la informática.

Mientras los físicos de todo el mundo debaten sobre el futuro de la física a raíz de la extraña masa del bosón W, yo, por mi parte, me despido [al menos por ahora] de este blog. Han sido siete meses reflexionando sobre las últimas noticias científicas y sus implicaciones, siete meses en los que he dado mi opinión acerca de los temas científicos más candentes del momento. En estas diez entradas hemos hablado desde el espacio y el futuro de la humanidad, hasta la guerra en Ucrania y los anticonceptivos. Este blog me ha servido para abrir la mente a diferentes puntos de vista sobre los temas tratados y a saber identificar y analizar información lo más objetiva en internet para respaldar mis argumentos. Pero, sobre todo, este blog me ha servido para mejorar mi pensamiento crítico y saber trasladar mis ideas a una plataforma digital.

Espero que esto no sea un punto y final para Unmedio, sino una breve pausa en este camino. Como siempre, espero que les haya gustado esta entrada y no olviden dejar su comentario. Hasta [espero] pronto :)